"Terra Nova Vol. 2", de Mariano Villarreal y Luis Pestarini

Título: "Terra Nova Vol.2"
Selección: Mariano Villarreal y Luis Pestarini 
Páginas: 496
Editorial: Fantascy

Hace prácticamente un año, por estas mismas fechas, veía la luz la primera parte de Terra Nova. Un tiempo en el que se ha cambiado un método de suscripción y compra casi en exclusiva por la red a ver una edición bajo un sello como Fantascy, bajo el amparo de la poderosa Ramdon House, y una distribución nacional a cualquier librería o centro comercial. Un gran cambio que ha sido posible gracias al merecido éxito conseguido por aquella primera parte que contenía relatos tan fabulosos como “El ciclo de vida de los objetos de software”, de Ted Chiang, o “El zoo de papel”, de Ken Liu, el cual repite en esta nueva entrega.

Si has llegado hasta esta línea, seguramente conozcas de qué va Terra Nova. Si no es así, sólo cabe decir que se trata de una antología de ciencia ficción. Una selección de cuentos y novelas breves, tanto nacional como internacional, que ven la luz en castellano para acercarnos esa faceta que en muchas ocasiones dejamos de lado: el de los relatos cortos, que permiten una mayor focalización en qué contar, y donde (en la mayoría de las ocasiones, como veremos en este mismo libro) no cabe lugar al relleno y a los momentos sin trascendencia. Este tipo de historias más cortas, han sido la base de la ciencia ficción a lo largo de toda su trayectoria, y Terra Nova viene a reivindicar ese hecho. Y lo más importante, en castellano.

Este segundo volumen incluye once relatos que, como toda buena antología, algunos gustan más y otros menos. Con lo diferentes que resultan entre sí será muy difícil que algún lector se sienta plenamente satisfecho con la totalidad de los mismos, pero de lo que no cabe ninguna duda, te guste más o menos, es de que la calidad del conjunto es muy alta y vuelve a dejar un listo bien alto para un (esperemos que así sea) futuro tercer volumen.

Vamos primero con las historias que mas me han cautivado. Y en concreto puedo hablar de, sobre todo, la inicial: “La textura de las palabras”, de Felicidad Martinez. Una novela corta en un mundo donde las tristes protagonistas son las mujeres, y donde los hombres únicamente aparecen para procrear. Ellas, todas ciegas, nos muestran como es un mundo totalitario mientras vemos crecer a Charni, personaje principal del relato. Como digo, con el comienzo que nos da Felicidad a Terra Nova, es difícil superarlo a lo largo de las cuatrocientas páginas restantes. 

“Las manos de su marido”, del para mi desconocido Adam-Troy Castro, es una macabra historia de amor donde la mujer de un soldado recibe algún trozo que ha quedado tras su muerte en la guerra. Este es otro de esos momentos que marcan la lectura, con aspectos maravillosos que, dejando de lado el humor negro, forman una historia muy emotiva para mi gusto.

“La Djin”, de Pedro Andreu es un cuento también maravilloso de principio a fin. Con apenas una decena de páginas, Pedro consigue hilar un precioso relato donde deja asomar las crueldades más terribles del ser humano. Crueldades también presentes en “Araña, la artista”, de Nnedi Okorafor, otra historia donde la protagonista es una mujer y en esta ocasión ambientado en África, ese continente tan cercano como lejano en buena parte de los aspectos. Y aunque suene entraño, en esta historia tenemos zombies. Pero no de los que puedas estar pensando, no. Más momentos satisfactorios de la lectura tienen lugar con “El último Osama”, de Lavie Tidhar. Un western alternativo a su novela principal “Osama”, que desde este momento ha subido escalones para leerla lo antes posible, ya que se trata de una ambientación totalmente diferente al resto y la utilización de Osama como personaje me seduce tanto como lo ha conseguido este relato. En último lugar cronológico, pero no en preferencias también tenemos a “El hombre que puso fin a su historia: documental”, del “repetidor” Ken Liu. De nuevo, y por segunda ocasión, Ken vuelve a ganarme con una novela corta en formato de entrevistas totalmente diferente a lo que pudimos leer en la primera parte de Terra Nova, pero igualmente fascinante y, en este caso, duro a partes iguales. Un poco largo quizá, pero nada molesto en definitiva.

Por último, “Noches de Cristal”, de Greg Egan también ha conseguido cautivarme. Y eso que quizá no alcanza las costas de excelencia que se le puede pedir a un autor de este pedigrí, pero aun con ello, su manera virtual de jugar a Dios cumple mis expectativas para un autor conocido como “hard” y al cual me había asustado acercarme hasta ahora.

Y aunque a esta altura me he alargado más de lo que pretendía en un inicio, no puedo dejar de comentar los cuentos que menos me han interesado a lo largo de la lectura. Por partes.

“Separados por las aguas del Rio Celeste”, de Aliette de Bodard no me ha terminado de llamar la atención. Le he dado dos oportunidades y he leído grandes críticas sobre su obra en general y sobre este relato en particular, pero si lo que ha intentado conseguir es que una vez leído al completo me haga una idea general del todo haciendo un popurrí de detalles, no me ha terminado de cuajar.

“¿Pueden llorar los ojos no humanos?” y “Juicio Final”, de German Amatto y Carlos Gardini respectivamente, tampoco han conseguido despertar mi curiosidad lo suficiente. El primero porque el tema religioso no termina de llamarme la atención cuando aparece, ya sea el contexto que sea, mientras que el segundo se me hizo muy largo. Casi tanto como “En el filo”, de Ramón Muñoz, aunque en su defensa diré que este relato si consiguió gustarme bastante más a pesar de su estirada duración. Tanto la ambientación como los personajes han conseguido enganchar conmigo como para prestarle atención al autor en futuras ediciones.

Terra Nova es, como veis, una variopinta sucesión de relatos con un nexo común: la ciencia ficción. Una imprescindible aportación en castellano a un mercado editorial dominado por las novelas cada vez más largas y las sagas sin fin. Una oportunidad para descubrir nuevos autores, cada uno con su historia y sus orígenes que marcan cada uno de sus relatos, y con un conjunto fabuloso que probablemente supere a la primera parte aunque eso, al igual que los colores, es cuestión de gustos.

Os dejo unas fotos (en baja calidad) con la comparativa entre las dos ediciones de Terra Nova disponibles.





Comentarios

  1. Muchas gracias por este muy atinado comentario, Borja.

    Mariano Villarreal

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